El proceso de anabolismo muscular consiste en el incremento de la masa o el tamaño de los músculos o de la “masa magra” sin tener un aumento de la masa grasa. Dicho fenómeno involucra aspectos bioquímicos (internos) y biomecánicos (externos).
La glutamina y el anabolismo muscular
Antes que otra cosa, se debe partir del siguiente axioma: “Todo ser humano nace con un número determinado de células musculares (miocitos) y éstos no pueden multiplicarse; únicamente aumentan de tamaño”.
La hipertrofia o sobrecrecimiento muscular se genera por fases. Primero debe existir algún estímulo que determine que el crecimiento es necesario; este estímulo es el entrenamiento con resistencia progresiva que se realiza con las pesas, ya que el cerebro dictamina que es necesario ser más fuerte, resistente y grande para poder responder de forma eficiente al estímulo proporcionado. Cuando esto sucede, las fibras musculares se desgarran microscópicamente generando lesiones musculares, causantes a su vez del dolor característico post-entrenamiento.
Al hacer ejercicio, se secretan hormonas que más tarde activarán el proceso de reconstrucción de las lesiones generadas. Los núcleos de las células musculares emiten señales que inician el proceso de síntesis de proteínas. Las 3 hormonas principales que regulan el proceso de anabolismo muscular son: la testosterona, la insulina y la hormona de crecimiento; además de dichas sustancias y el estímulo del entrenamiento, se requieren de dos factores más para el crecimiento muscular:
Los BCAAs son clave en el anabolismo muscular.
El primero es la fase de recuperación y lo segundo es la presencia de materiales de construcción, por lo que es necesario un período de reparación de los músculos y se tendrá que aprovechar la ventana de oportunidad para recarga de proteínas, obteniendo con esto los materiales de neoconstrucción. Dicho de otra forma: “Necesitas ingerir una gran cantidad de proteínas y aminoácidos“; pero sin caer en excesos tóxicos para el hígado. Los grupos fundamentales son los BCAA (Branch Chain Amino Acids) o Aminoácidos de Cadena Ramificada que son la leucina, la valina y la isoleucina y de los cuales sus dosis recomendadas son, para una persona de 80 Kg., 4.8, 4 y 1.6 gramos de cada uno respectivamente y claro, la L-Glutamina.
En este artículo hablaré sobre la importancia del consumo de L- glutamina para la sobre-estimulación adecuada de la ruta anabólica.
La l – glutamina compone la mayor parte de las fibras musculares.
En primera instancia, se recomienda una ingesta de 5 a 10 g. De L-Glutamina en polvo, disueltos en una bebida rehidratante, en ayunas durante la primera semana. La segunda y tercera semanas se aumentará una segunda dosis que deberá tomarse a los 90 minutos después del entrenamiento. Aquí puede usarse polvo o cápsulas y también en una dosis de 5 a 10 gramos. Por último y durante otro período de 3 semanas, se recomienda incrementar una dosis extra de L-Glutamina antes de dormir de 5 gramos.
El rango de la dosificación será variable en función del peso de la persona. 1 gramo por cada 10 Kg. de peso corporal. Por ejemplo: un individuo de 80 Kg. manejará una ingesta de 8 gramos la primera semana, después de 16 gramos y por último 21 gramos. No debe excederse una dosis de 25 gramos diarios de L-Glutamina, ya que no puede absorberse en mayor cantidad.
Tampoco debe consumirse L-Glutamina antes del entrenamiento. Ya que se usaría con fuente energética: dicho de otra forma sería usar seda para limpiar polvo de una casa.
Cuando se entrena por las mañanas y no puede haber un mínimo de una hora de diferencia entre la ingesta de L-Glutamina y el entrenamiento. Se deberá consumir de 1 a 2 horas después de este.
El consumo de L-Glutamina debe ir ligado a otros factores como el consumo de ácidos grasos. Los Omega 3 y Omega 6; así como a una carbohidratacion.
Recuerda que tu descanso es el mejor factor de recuperación y reconstrucción muscular. Sin la hidratación adecuada tus músculos nunca se verán grandes. Estos son los factores importantes para conseguir un anabolismo muscular optimo.